Jaja, siempre es bueno compartir con el mundo aunque sea una pizca de lo que es vivir en el mismo país que ese señor y calarse su impulsiva necesidad de exponernos a una constante sobredosis mediática de su persona y todo lo que pase por esa cabeza.
Por cierto, le faltó decir que fueron los gringos quienes detonaron el Big Bang. :D
Pensé que Chávez sólo conseguía asustar a los humanos; ahora desgraciadamente descubro que también lo consigue con las pobres cucarachas. No tiene límites este hombre...
Como decía el tío Albert: "... hay dos cosas infinitas, el universo y la estupidez humana, y del universo no estoy seguro ...". Creo que el compañero-camarada bolivariano superó ampliamente el dicho, pero secundado por quienes le dieron un permio por la libertad de prensa. Sencillamente: sin palabras.
Gracias por los comentarios a los cuatro. Y acá, La risa de la ciencia siempre atenta a las sorprendentes teorías Chavezianas, que son una fuente inagotable de material.
Había oído cosas sin sentido de Chávez, pero esta vez; como de decimos en México; si se voló la barda!!!
ResponderEliminarExcelente la viñeta como siempre!
Jaja, siempre es bueno compartir con el mundo aunque sea una pizca de lo que es vivir en el mismo país que ese señor y calarse su impulsiva necesidad de exponernos a una constante sobredosis mediática de su persona y todo lo que pase por esa cabeza.
ResponderEliminarPor cierto, le faltó decir que fueron los gringos quienes detonaron el Big Bang. :D
Pensé que Chávez sólo conseguía asustar a los humanos; ahora desgraciadamente descubro que también lo consigue con las pobres cucarachas. No tiene límites este hombre...
ResponderEliminarComo decía el tío Albert: "... hay dos cosas infinitas, el universo y la estupidez humana, y del universo no estoy seguro ...". Creo que el compañero-camarada bolivariano superó ampliamente el dicho, pero secundado por quienes le dieron un permio por la libertad de prensa. Sencillamente: sin palabras.
ResponderEliminarGracias por los comentarios a los cuatro. Y acá, La risa de la ciencia siempre atenta a las sorprendentes teorías Chavezianas, que son una fuente inagotable de material.
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