A ver si te sirve esta explicación: al menos en estas tierras, que yo sepa, jamás se ha recibido a los científicos que triunfan (por ejemplo Leloir, Milstein...) con la euforia que acompaña a la recepción de clubes, jugadores o efímeros cantantes adolescentes fabricados en laboratorio. ¿Te cambia esto la carita triste? :)
Yo creo que ni siquiera ciencia ficcción, más bien un cuento de hadas. Por suerte, a los grandes personajes no les mueven las masas. Buenísimo como siempre, Alejandro.
Asht odio no entender...
ResponderEliminar:(
A ver si te sirve esta explicación: al menos en estas tierras, que yo sepa, jamás se ha recibido a los científicos que triunfan (por ejemplo Leloir, Milstein...) con la euforia que acompaña a la recepción de clubes, jugadores o efímeros cantantes adolescentes fabricados en laboratorio.
Eliminar¿Te cambia esto la carita triste? :)
Yo creo que ni siquiera ciencia ficcción, más bien un cuento de hadas. Por suerte, a los grandes personajes no les mueven las masas. Buenísimo como siempre, Alejandro.
ResponderEliminarAsí es, Alicia :( y gracias por el comentario
EliminarPoner la música de Aladdin y cantar... Un Mundo Ideaaaaaalllll.....
ResponderEliminar:D
Verdadera... tristeza.
ResponderEliminarLos valores andan invertidos.
Muchas gracias por quitar las palabras anti-robot Alejandro, ahora es más fácil comentar. :)
ResponderEliminarGracias a vos por pedirlo y entonces darme cuenta de que estaba habilitado ese odioso anti... :)
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