La fórmula, de hecho, es simple: si como científico o inventor usted desea ser incomprendido, ignorado, burlado, subestimado o peor aún, perseguido y asesinado sin culpa, el camino, entre otros, es este: adelántese a su tiempo.
De esto podrían dar fe, si viviesen, personajes notables como Anaxágoras, Aristarco, Copérnico, Galileo, Bruno, Darwin, Pasteur... y también
Robert Hutchins Goddard (1882-1945), pionero de la cohetería, que junto a
Konstantin Tsiolkowski (1857-1935) y
Hermann Oberth (1894-1989) es considerado uno de los tres padres de la astronáutica. Aunque al menos en su caso por ser un visionario no fue perseguido con antorchas ni quemado vivo.
La acción comienza en 1914, ese año se le concedieron a Goddard dos patentes bajo el título "Aparatos de cohetería", por un cohete de combustible sólido y por otro de combustible líquido (y con etapas múltiples).
En 1919 el Instituto Smithsoniano publica su "Método para alcanzar altitudes extremas", entonces escritores, científicos y editores satirizaron esta y otras declaraciones de aquella obra, que se convertiría en un clásico.
En enero de 1920, en sus columnas, el New York Times se burlaba de las matemáticas de Goddard, llegando a afirmar que carecía del conocimiento básico de la escuela secundaria. En un pasaje se lee: "no conoce la relación de acción y reacción, y la necesidad de tener algo mejor que un vacío contra el que reaccionar".
Lo llamaban "cazador de titulares" y se burlaban de el como "el hombre de la Luna".
En 1926 lanza su primer motor cohete de combustible líquido.
En 1929 lanza su cuarto cohete de combustible líquido (provisto en la proa de barómetro, termómetro y cámara fotográfica). Este se eleva dieciocho metros, para después caer a tierra. Sobre esto un diario tituló irónicamente "el cohete a la Luna falla por 382.079.2 kilómetros".
Aunque llegó a atraer la atención del Ejército de los Estados Unidos por su trabajo sobre cohetes, lo rechazaron al no poder entender las aplicaciones militares de los mismos.
Wernher Von Braun, que estaba siempre al tanto de los trabajos y experimentos de Goddard llegó a decir de sus patentes: "este hombre lo tenía todo"
El 17 de julio de 1969, un día después del despegue de la Apolo 11 el New York Times publicó una nota de disculpa y rectificación por aquella editorial de los locos años veinte.
Actualmente, en un reconocimiento tardío, el Centro Espacial Goddard lleva su nombre.
Autor de la nota: José Alejandro Tropea
Sobre la foto: Goddard posando junto a su primer cohete de combustible líquido el 16 de marzo de 1926. Fuente: Wikipedia, autor: anónimo.
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