A lo largo de la historia el cielo también fue tema para los artistas, especialmente para los poetas. La Divina Comedia de Dante Alighieri (1265 - 1312) tal vez sea el caso más conocido, donde el poeta se basa en el modelo tolemaico para su narración, pero hay muchos más. Acá cito algunos de ellos.
Una experiencia que para los amigos de la astronomía no tendría precio es la que vivió el poeta y ensayista inglés John Milton (1608-1674) en cierto momento de su vida, cuando vio el primer telescopio, el "tubo óptico", en manos del mismísimo Galileo (1564 - 1642). Y como suele suceder con los artistas, esa experiencia fue llevada por el poeta a su obra "El Paraíso perdido". Acá están esas líneas:
"...quizá jamás observó el astrónomo con el auxilio del tubo óptico, una mancha semejante en el globo luminoso del Sol. Halló aquel lugar de un esplendor tal, que excede a toda expresión, imposible de ser comparado con ningún metal o piedra de cuantos existen en la Tierra. Distintas eran todas sus partes, pero todas estaban igualmente penetradas de luz radiante, como el hierro ardiente lo está del fuego."
"¿Qué maravilla existe, pues, si aquellos campos, si aquellas regiones exhalan una esencia pura, si los ríos llevan el oro potable, cuando por la virtud del simple tacto, el gran Alquimista el Sol, tan apartado de nosotros, produce, mezclado con las exhalaciones terrestres, aquí, en la obscuridad, cosas tan preciosas, de tan vivo colores y raros efectos?"
John Milton, "El Paraíso perdido", III, 588-594; 606-612.
"...quizá jamás observó el astrónomo con el auxilio del tubo óptico, una mancha semejante en el globo luminoso del Sol. Halló aquel lugar de un esplendor tal, que excede a toda expresión, imposible de ser comparado con ningún metal o piedra de cuantos existen en la Tierra. Distintas eran todas sus partes, pero todas estaban igualmente penetradas de luz radiante, como el hierro ardiente lo está del fuego."
"¿Qué maravilla existe, pues, si aquellos campos, si aquellas regiones exhalan una esencia pura, si los ríos llevan el oro potable, cuando por la virtud del simple tacto, el gran Alquimista el Sol, tan apartado de nosotros, produce, mezclado con las exhalaciones terrestres, aquí, en la obscuridad, cosas tan preciosas, de tan vivo colores y raros efectos?"
John Milton, "El Paraíso perdido", III, 588-594; 606-612.
Una corta del poeta Percy Bysshe Shelley (si, el marido de Mary Shelley, la autora de "Frankestein o El moderno Prometeo"):
"La esférica doncella
llena de blanco fuego
que los mortales llaman Luna"
"La esférica doncella
llena de blanco fuego
que los mortales llaman Luna"
Una joyita insuperable de Safo (ca. 650/610 - 580 a. C.)., casi un haiku cósmico:
"Ya se ha ido la Luna
y acostado las Pléyades,
medianoche se acerca;
el tiempo pasa y pasa
y yo yazgo aún sola"
"Ya se ha ido la Luna
y acostado las Pléyades,
medianoche se acerca;
el tiempo pasa y pasa
y yo yazgo aún sola"
Y para terminar, al mejor estilo Omar Khayyam (1048 - 1131), pero por Theogonis (siglo VI) casi homenajeando a Sirio:
"Tontos e insensatos son los hombres que no beben vino
cuando rige la estrella-perro"
"Tontos e insensatos son los hombres que no beben vino
cuando rige la estrella-perro"
No hay comentarios :
Publicar un comentario