Arquímedes (c. 287 a. C. – c. 212 a. C.) no tuvo problemas por sus investigaciones en física. Aristarco (c. 310 a. C. - c. 230 a. C.), el primero en proponer el sistema heliocéntrico, tuvo alguna dificultad menor. Pero en realidad en su caso pudo más la ignorancia e indiferencia debido a lo adelantado, a lo avanzado de su teoría que cualquier clase de persecución. Para la época, el modelo geocéntrico estaba más al alcance de la comprensión de la gente. En realidad, tampoco Nicolás Copérnico (1473-1543) fue perseguido en su época, si bien el abrigaba muchos temores de la reacción que su obra podía causar en la iglesia. De hecho altas autoridades eclesiásticas lo instaron a publicar sus trabajos. Quien sí tuvo duras palabras hacia el fue Martín Lutero (1483-1546), pero el asunto no pasó a mayores. Recién en 1616 su libro,
De Revolutionibus Orbium Caelestium (
Sobre el movimiento de las esferas celestiales), sería puesto por la Iglesia en el Index, en la lista de libros prohibidos, a raiz del conflicto con Galileo (1564-1642).
Que interesante todo el comentario. Te diré que no conocía de Aristarco, pero ya veo que ha sido un visionario, injustamente olvidado por la historia.
ResponderEliminarPara tu tranquilidad, Juan Carlos, o para un poco de tu tranquilidad, te cuento que en el ámbito de la astronomía y la historia de esa ciencia Aristarco es considerado como corresponde. Es uno de los cuatro grandes astrónomos de Alejandría, junto con Eratóstenes, Hiparco y Tolomeo. Hay mucho material dedicado a él, reconociendo su trabajo, no solo el tema del modelo heliocéntrico sino otras contribuciones. Y nada menos que Copérnico, en su revolucionario libro, reconoce su deuda con él.
ResponderEliminarAsí que para quienes estamos metidos en la astronomía sabemos y divulgamos mucho de su importante trabajo y visión. Gracias por tu interés en el tema!