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viernes, 30 de noviembre de 2012
Ultimo momento: la fuerza centrífuga es una fuerza ficticia
Esto es una entrada previa a la publicación posterior del artículo sobre la historia de cómo Newton llegó al concepto de gravitación universal. Historia que va desde la caída de la famosa manzana en la granja de Woolsthorpe, su lugar de nacimiento, hasta la publicación del breve De Motu y de los monumentales Principia (Philosophiae naturalis principia mathematica).
¿Por qué es necesaria esta lección previa de física? Porque persiste en algunas personas la confusión con respecto a la fuerza centrífuga. Sucede en este caso, con la soga y la bola y sucede con los cuerpos celestes. Esto mantuvo errados, en su época, a muchos más científicos de lo imaginado, incluídos Descartes, Huygens y hasta el mismísimo Newton. A pesar de lo que se publica, erróneamente, en algunos sitios de internet, Newton no alcanzó a comprender el asunto hasta que la insistencia de Robert Hooke lo llevó por el camino correcto, al introducir a Newton en el problema de analizar la trayectoria curva del movimiento de los planetas a partir de componer un movimiento rectilíneo a lo largo de la tangente y un movimiento atractivo, dirigido hacia el cuerpo central (Sol).
Algunas personas tienen la idea equivocada de que la Luna está sometida a una fuerza centrífuga supuestamente debida a su movimiento orbital, que a su vez es compensada por la gravedad terrestre, lo cual evita su caída hacia nosotros. Eso es falso. En realidad, la gravedad ejerce una fuerza centrípeta (dirigida hacia el centro de la trayectoria) que desvía a la luna de su trayectoria rectilínea (inercial), o dicho de otra manera más "dramática": la luna está cayendo contínuamente hacia la Tierra, y si nunca termina de caer es debido a que esta dotada de una velocidad tangencial. Así que al menos por ahora, si sobreviene un fin del mundo, no será por la caída de nuestro satélite natural.
Aquí encontré una de tantas buenas páginas que explica más en detalle el tema: http://blogs.elcorreo.com/el-navegante/2010/05/03/la-fuerza-coriolis-existe-fuerza-centrifuga-tampoco/
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